miércoles, septiembre 12, 2012


Dejando atrás la vida
renunciaré también a ti,
y no me arrepiento de nada,
voy enjabonado de mente y cuerpo,
de nostalgias y futuros,
voy sin culpa
aunque la religión resultó sugestiva
nunca fue lo mío,
lo mío era creerme yo
sino cómo?,
voy porque quiero ir,
me nace
por así decirlo,
me nace morir
porque a eso he venido,
me nace salir a la calle
y no ocultar mi destino,
me nace salir a buscar
lo que es mío,
irme a pasear donde
nunca otra voluntad me ha invitado,
irme lejos, pero irme.

Acaso mis ojos no te extrañarán?
seguro que sí,
pero se afligirían más
quedándome aquí.
Fumaré de tu aliento
y lo guardaré
hasta la última de mis noches,
cuando el sol ya no ciegue
y pueda acostarme en su fuego.
Justo al final
irradiarán mis recuerdos de ti
como la única unión que importó,
y la prueba irrefutable
de que existí.
Abrazaré el recuerdo de mi permanencia
y lo dejaré ir,
porque otra cosa toca ya,
algo totalmente nuevo,
ajeno a mi.

Es cierto que el abismo también mira,
miedo y exaltación se revuelcan 
volteando hacia aquí.

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