He dudado últimamente de todo,
cuando he debido dudar únicamente de mi,
o mejor dicho, de mis concepciones,
de ciertas respuestas adheridas a mi lengua 
que yo no cuestioné y sin embargo repito;
necesito ver cosas distintas,
y esa disposición está sólo en mi,
llevo apenas la oposición de aquellas cosas
que una vez románticas se volvieron odiosas,
las bondades que se volvieron malicia,
e infinidad de cosas que sólo volteé al otro extremo.
Qué más hay?
quiero verte a ti,
quiero esos pequeños destellos
donde se asoma tu voluntad,
y conocerte y conocernos,
porque yo todavía pienso en bien y mal,
y eso sólo puede llevarme a 2 caminos.

Cómo uso mi voluntad?
Yo volunto?
Yo volunto descuidarme en la infinidad
de rayos, de crismas,
de polaridades y abismos mentales y corporales,
devorarme las dimensiones,
saber irme y llegar 
vagando sin pena ni prisa
donde habré estado y aún no estado.

Los celestes hablaron,
yo los escuché,
rabiaba el sol ese día
la luna lo había hecho enojar,
hubo lapsos en los que 
no se aparecía,
peleaban ocultos tras las nubes,
la cuestión era decidir
quién amaba más,
la luna decía 
no me preguntes eso! 
trabajo en la noche del misterio!,
el sol decía 
si respondieras mi brillo sería mortal, 
cuando yo salgo tu te ocultas luna
y así siempre estoy siguiendote,
yo soy la noche sol,
si el cielo de pronto se oscurece
podría ser cualquier nubarrón
pero hasta que no aparezca yo 
el día no se transformará en noche,
y mientras persigo tu cola
soy diario tu fin respondió el sol.

Los cuerpos hablaron..

Los cuerpos hablaron,
querían estar juntos,
se vieron y abrazaron
como quien recupera un viejo amigo,
con ese escalofrío de emoción
que toca la espina dorsal.

Nuestros organismos raptaron las palabras
con la intención de nunca dejarlas salir;
el lenguaje no está hecho de signos 
sino de formas: círculos,
lo que sea que deba ser dicho
lo dirán los besos,
lo dirán las patadas,
asentirá la cabeza
o reprobará el pie,
y si los dos a la par se manifiestan
se bailará.

Dejando atrás la vida
renunciaré también a ti,
y no me arrepiento de nada,
voy enjabonado de mente y cuerpo,
de nostalgias y futuros,
voy sin culpa
aunque la religión resultó sugestiva
nunca fue lo mío,
lo mío era creerme yo
sino cómo?,
voy porque quiero ir,
me nace
por así decirlo,
me nace morir
porque a eso he venido,
me nace salir a la calle
y no ocultar mi destino,
me nace salir a buscar
lo que es mío,
irme a pasear donde
nunca otra voluntad me ha invitado,
irme lejos, pero irme.

Acaso mis ojos no te extrañarán?
seguro que sí,
pero se afligirían más
quedándome aquí.
Fumaré de tu aliento
y lo guardaré
hasta la última de mis noches,
cuando el sol ya no ciegue
y pueda acostarme en su fuego.
Justo al final
irradiarán mis recuerdos de ti
como la única unión que importó,
y la prueba irrefutable
de que existí.
Abrazaré el recuerdo de mi permanencia
y lo dejaré ir,
porque otra cosa toca ya,
algo totalmente nuevo,
ajeno a mi.

Es cierto que el abismo también mira,
miedo y exaltación se revuelcan 
volteando hacia aquí.