Sí, estuvo muy loco, empezó todo muy loco..., cuando menos pensé ya había crecido, y lo había aceptado; terminé el año llorando, y lo empecé con la plena conciencia de que ahora todo era distinto.
Antes, años atrás.. en esa etapa del cambio, de la adolescencia al siguiente escalón, lo sufrí todo el tiempo, aprendí que dolía crecer y todos esos clichés que odio.
En estos días fue distinto, me lloré porque me iba a extrañar, pero me lloré también de felicidad porque había cambiado, aunque sea la misma, cambié la forma de verme y sentirme, lo hice conciente y viendo la transición me seguí en ese trance, viví el cambio y ésta vez no dolió tanto, literalmente lo viví, me sentí conciente de ello y lo disfruté con todo lo que eso trajera como consecuencia.
Me viví, me recordé y me gusté aún más. En todo este trance me acompañé, me tomé de la mano y enamorada de todas mis imágenes (sin excepción..), avancé; fue demasiado saberme, porque aún no conocía mis extensiones, y supongo que aún no son todas las que puedo conocer y eso me mantiene exitada. Le mantengo abierta la puerta a todas mis posibilidades, de las que quiero ir haciéndome conciente poco a poco, porque aprendí también que me gusta mucho disfrutarme, y quiero alargar este placer.
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