miércoles, septiembre 12, 2012
Los celestes hablaron,
yo los escuché,
rabiaba el sol ese día
la luna lo había hecho enojar,
hubo lapsos en los que
no se aparecía,
peleaban ocultos tras las nubes,
la cuestión era decidir
quién amaba más,
la luna decía
no me preguntes eso!
trabajo en la noche del misterio!,
el sol decía
si respondieras mi brillo sería mortal,
cuando yo salgo tu te ocultas luna
y así siempre estoy siguiendote,
yo soy la noche sol,
si el cielo de pronto se oscurece
podría ser cualquier nubarrón
pero hasta que no aparezca yo
el día no se transformará en noche,
y mientras persigo tu cola
soy diario tu fin respondió el sol.
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