Yo también recuerdo tu voz..
me has labrado al oído
el sonido único de tus cuerdas
en formas del ímpetu y la pasión que detallan la filosofía,
mientras el entendimiento se expande
mis dentros se estiran y comprimen
cuando me cuentas aquello que maravilla.

Te recorro una y otra vez,
porque me enamoré de tu brillo,
de la forma en que narras,
y de cuando estás conmigo.
El tiempo nos obliga 
a convertir nuestros encuentros
en intensos sollozos que expide el alma
cuando las conversaciones
derraman lo exquisito.

Yo también recuerdo tu voz..
cuando tus signos me saltan al paso
y escucho a mi lado 
la ternura de tus letras deslizarse lentamente 
al escaparate de los recuerdos,
de aquellos que escarifican mi mundo.

Tenerte cerca.. es desvanecer,
parece que podría abandonar la forma,
y habitar una sonrisa,
sólo eso
un permanente estirar los labios
donde los dientes inmóviles
pero sumamente perturbados existen.