Parecía que unos dedos largos eran los que cubrían su rostro, tratando de matarlo, se despertó y vió através de la ventana, los árboles seguían moviéndose creando sombras extrañas con figuras de animales y personas que por alguna razón sabía que existían aunque jamás los había visto.
Cerró los ojos tratando de olvidar aquel sentimiento que parecía interminable; se sentó sobre la cama, se puso los zapatos y comenzó a caminar por toda la casa, su ansia comenzó a crecer, fue ahí cuando corriendo por la casa gritaba: quién eres, quien eres, dime quién eres?...
de pronto se detuvo en seco, todo era silencio, no estaba listo aún para moverse, su cabeza daba vueltas y vueltas tratando de encontrar una respuesta.
Después de mas de 10 minutos, ya un poco mas tranquilo regresó a su habitación, por su mente corriá una idea: no quiero dejar de existir, quiero vivir en todos y cada uno que sean cerrados a lo desconocido, a los que sólo acepten la realidad que un día les fue impuesta y que no se atrevieron a dudar jamás; una sonrisa se le dibujó en el rostro, se volvió al espejo y sólo vió: MIEDO...